Como decía la abuela del gran Ernesto Sevilla… Nos comen los chinos!!! los chinos nos comen!!
Aunque aquí abajo os dejo el monólogo entero pinchad aquí para ir al momento que acompaña a esta entrada del blog.
(Os aconsejo ver el monólogo entero es buenísimo!)
Y por qué digo todo esto… pues todo viene a raíz de un artículo muy interesante que he leído en el periódico lainformación.com, concretamente en el blog de Carlos Salas, al cual he llegado gracias a mi amigo Álex (gracias!). En él se habla de algo que, al contrario del monólogo anterior, no es nada que haga gracia y sí algo de lo que nos deberíamos preocupar: el avance inexorable de China y como se está comiendo el mundo (con papas como dirían en mi tierra). Cómo los chinos se está apoderando de países enteros de África. ¿La fórmula? Yo te prometo invertir en infraestructuras en tu país (para las que por cierto voy a utilizar a «mis chinos») y tú a cambio me das las materias primas que necesito (madera, minerales, petróleo, etc.) para poder construir los productos que copio de los occidentales y que para más cachondeo, les vendo a ellos mismos! Y como es a precios de risa, están encantados! Es decir, que nosotros mismo alimentamos a la bestia.
Hace poco asistí a una charla, en ESADE, sobre la innovación, tan de moda hoy en día, y en ella se nos comentaba que el primer paso de la innovación es copiar lo que los otros hacen, luego aprender cómo se hace, luego mejorarlo, y una vez que lo dominas hacerlo de forma diferente. El beneficio en cada una de estas etapas va creciendo, pero para los chinos la primera etapa es suficiente, porque no necesitan ganar cantidades astronómicas por cada inversión, sino que les vale con ganar, ya que disponen de mucha mano de obra y de un sistema que permite explotarla, y, por repetición, convertir ese pequeño beneficio en uno más grande aún.
Y no sólo le compramos nuestros productos, sino que con el dinero que les pagamos por esos productos ellos compran la deuda de EEUU y de los países europeos… y además les permitimos devaluar su moneda de forma ficticia por lo nuestras empresas nunca podrán competir con ellos… el negocio es redondo…
Ya lo dice la abuela de Ernesto Sevilla, ¡¡Nos comen los chinos!! Y las personas mayores son muy sabias…
Juan Pablo Cardenal y Heriberto Araújo son dos periodistas que se han dado la vuelta al mundo durante 2 años para visitar 25 países y ver con sus propios ojos lo que hacen los chinos. En su libro (21,76€ en Amazon, 13,29€ en formato electrónico) podéis encontrar muchas más información sobre esto. Y si sois tan perezosos como yo, tenéis más información en la entrada del blog de Carlos Salas. También podéis ver una interesante entrevista que les han hecho a estos dos periodistas en elmundo.com pinchando aquí.
Os aconsejo que si no habéis visto el monólogo entero vayáis al minuto 03:08… o pinchéis aquí.
